BIENVENIDO, BIENVENIDA

Ocurrió en un lugar, ocurrirá y ocurre, corresponden a un verbo tan exclusivamente humano que transporta imaginariamente el espacio en el tiempo con la conciencia del enigma histórico. Las dos coordenadas se enlazan insolubles en esta iniciativa de una madre y de un hijo, de una mujer de casi cincuenta años y de un joven de veintisiete años a los que les une no solo la sanguineidad, que a veces en parecidos proyectos no es tan significativo, sino también la ilusión de emprender un proyecto abierto a la creatividad con soporte informático y compartirlo con los que lo deseen.

¡Que altruista bienvenida desde este lugar donde vivimos como si fuéramos el ojo de Osiris, desplegando con la imaginación nuestro entorno variado, de razas, lenguas, aguas, religiones, como si se tratara de un abanico geográfico, un regalo postrado a los pies de nuestra mirada!

jueves, 26 de febrero de 2009

El Quejio

Hoy mismo en un colegio, María de trenzas largas y grandes horquillas doradas a juego con los pendientes largos de oro, se acercaba a don Miguel, congojado el rostro y doblada la cintura como si soportara el peso del cuévano en su menuda espalda. Andaba como una persona de la cuarta edad con chandal rosa chicle. "¿Qué te duele ahora, la rozadura del zapato, la muela de ayer o los gases en el estómago?... ¡Ah!, la barriga, la barriga de la niñez". Que no quiere crecer, que la niña se sienta en las rodillas de la seño y en vez de leer se echa en el regazo con la duermevela. "Pero hoy...¡Ay, María! que hoy es verdad que sientes el colón en carne viva, el dolor de la ausencia repetida, el dolor de la suerte mortal, que se fueron al entierro del abuelo y en el choque frontal el monovolumen aplastó la respiración de tu padre. Tu lo sabes pero no te lo han dicho. ¡María, que hasta la maestra muerte quiere que seas adulta! ".

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